El champú y la piel de su mascota

A muchos propietarios les preocupa que bañar a su perro con demasiada frecuencia pueda resecar su piel. Sin embargo, en el caso de los perros con determinadas enfermedades cutáneas, bañarlos con más frecuencia puede ser útil y/o considerarse una forma de tratamiento médico. Por ejemplo, los perros con infecciones bacterianas secundarias o por hongos pueden beneficiarse de baños medicados, a menudo con un champú que contiene un antimicrobiano llamado clorhexidina. Otros perros con trastornos queratinizantes, en los que la piel no se desprende adecuadamente, el tratamiento de por vida incluye el baño (para eliminar las capas sueltas de piel seca) y el acondicionamiento (para rehidratar la piel).

La piel de los perros tiene un pH (nivel de acidez) diferente al de la piel humana, por lo que se suelen evitar los productos de baño para humanos. Otros ingredientes, aunque se vendan específicamente para perros, pueden ser perjudiciales. Por ejemplo, el aceite de árbol de té en cantidades elevadas puede ser tóxico, y el aceite de coco puede en ocasiones engrasar demasiado la piel (predisponiendo a una infección secundaria). Cuando se bañe, también es importante utilizar un champú sin diluir, en un entorno limpio, y ser suave con la piel (sin frotar ni secar con una toalla); seguir estas pautas puede ayudar a evitar una enfermedad infecciosa llamada furunculosis después del aseo. Si tiene alguna duda sobre la terapia tópica para la piel de su mascota, un dermatólogo veterinario puede ayudarle.

Autor: Dra. Fiona Lee