¿Su mascota está enferma? CONOZCA LAS SEÑALES!

A menudo los signos de que nuestros compañeros de cuatro patas no se sienten bien, son algo sutiles. Esto, por supuesto, excluye las cosas que son una emergencia extrema. Por ejemplo, un traumatismo presenciado o no, una pérdida de sangre evidente, una incapacidad repentina para levantarse después de estar tumbado, vómitos improductivos o pérdida de conciencia.

APETENCIA

Uno de los signos más comunes es un cambio en el apetito. Puede tratarse de un aumento constante del apetito o de una disminución lenta y constante. La mayoría de las veces la disminución del apetito es una indicación de que nuestros compañeros no se sienten bien. Esto podría ser una indicación de que tiene dolor dental, un sistema gastrointestinal molesto, podría estar relacionado con otros órganos internos que no están funcionando a la perfección. Algunas veces las mascotas con dolor o disfunción ortopédica no pueden levantarse para comer o se sienten generalmente incómodas y no quieren comer. El cambio de apetito no apunta a una enfermedad específica, sino que es un indicio de que tal vez convenga una visita o consulta veterinaria.

CAMBIO EN LOS HÁBITOS INTESTINALES

La mayoría de los que tenemos mascotas somos razonablemente conscientes de sus hábitos intestinales. La frecuencia con la que van a diario, la consistencia de las heces, el color normal de las mismas y el volumen normal. Los cambios constantes en estos hábitos pueden indicar algunas afecciones graves. Un episodio ocasional de heces blandas o diarrea no es motivo de preocupación. Sin embargo, una diarrea continua acompañada de una mayor urgencia por defecar y un aumento de la frecuencia puede ser una indicación de enfermedades gastrointestinales más siniestras. La presencia de sangre roja en las heces es preocupante y puede indicar cambios en el intestino grueso (colon, ciego y recto). Las heces negras como el alquitrán son un posible indicio de hemorragia en el tracto gastrointestinal superior (estómago o intestino delgado). Estos cambios indican, de hecho, que nuestros amigos peludos necesitan una visita al veterinario. La diarrea y la hemorragia intestinal de larga duración pueden causar pérdida de peso y falta de capacidad de absorción de la nutrición. Puede ser necesaria una evaluación combinada con varios diagnósticos para diagnosticar la causa de este cambio. Podría ser tan simple como una indiscreción dietética o tan complejo como algún tipo de proceso canceroso.

AUMENTO DE LA INCIDENCIA DE LOS VÓMITOS

Al igual que la diarrea, los ataques ocasionales de vómitos ocurren y no indican necesariamente una enfermedad. Los perros o gatos que ingieren objetos extraños que causan una obstrucción , pueden seguir queriendo comer pero tienden a vomitar todo o casi todo lo que ingieren. A veces, los animales con obstrucciones parciales pueden mantener algo de comida, pero generalmente tienen una mayor incidencia de vómitos y, con el tiempo, tendrán pérdida de peso. El vómito con evidencia de material extraño en él es una indicación de que se justifica una evaluación adicional. El vómito con sangre fresca es indicativo de una hemorragia en algún lugar entre la boca y el estómago, y el vómito con aspecto de granos de café, es sugestivo de sangre digerida, es decir, del estómago y/o del intestino delgado. En el caso de los perros que parecen tener el abdomen distendido y que tienen arcadas improductivas, debemos preocuparnos por la hinchazón. Esto, por supuesto, es una emergencia extrema. Al igual que la diarrea, los vómitos no siempre indican una enfermedad gastrointestinal y pueden verse con cosas como enfermedad renal, diabetes, disfunción hepática, ingestión de una toxina y muchos otros procesos de enfermedad.

CAMBIO EN LOS HÁBITOS URINARIOS

Al igual que los hábitos intestinales, la mayoría de nuestros compañeros peludos tienen rutinas urinarias estándar. Los cambios en la frecuencia, el volumen, la urgencia y, por supuesto, las micciones inapropiadas (ir a lugares a los que normalmente no van) son motivo de preocupación. El aumento de la frecuencia puede ir acompañado de un aumento de la sed. Lo vemos en las enfermedades renales (crónicas), la diabetes y ciertas enfermedades endocrinas. El aumento de la frecuencia, con menores cantidades de orina con o sin aumento de la sed puede ser una indicación de enfermedad del tracto urinario inferior. El esfuerzo para orinar con una disminución o ausencia de producción de orina es una emergencia. Lo vemos tanto en gatos como en perros y debe ser tratado rápidamente ya que es una amenaza para la vida. Esto puede ser causado por cálculos de la vejiga, espasmos uretrales, enfermedad de la próstata, cálculos uretrales y muchos otros problemas, pero necesita una evaluación rápida.

CAMBIOS DE PESO CONSTANTES

Tanto el aumento de peso constante como la pérdida de peso son una preocupación para la salud de nuestra mascota. Si la cantidad de comida no ha cambiado, pero el peso del animal sí lo ha hecho, la evaluación está definitivamente justificada. ¿Cuáles pueden ser las causas del aumento de peso? Disminución de la actividad por enfermedades articulares (artritis), enfermedades musculares o nerviosas, enfermedades tiroideas (perros) o malestar general.

La pérdida de peso puede ser representativa de muchos procesos de enfermedad diferentes y no es patonómica para ninguna enfermedad específica. Los gatos tienen hipertiroidismo, lo que provoca un aumento del apetito pero una disminución continua del peso. Las criaturas diabéticas pueden tener un aumento del apetito que acompaña a un aumento de la sed y la micción, pero una pérdida de peso continua.

Los cambios de peso constantes requieren una evaluación adicional.

FRECUENCIAS RESPIRATORIAS ELEVADAS

Notar cambios en los patrones de respiración de tu mascota también es una pista de que algo no va bien. La frecuencia respiratoria normal en reposo en perros y gatos debe ser inferior a 30 respiraciones por minuto. Si es sistemáticamente superior, hay motivos para preocuparse. ¿Cuáles son algunas de las causas de las frecuencias respiratorias elevadas? El dolor puede hacer que la mascota respire más rápido. El empeoramiento de una enfermedad cardíaca puede hacer que se acumule líquido en los pulmones o en la cavidad torácica y eso puede dificultar la respiración. Si nota un aumento de la frecuencia respiratoria y del esfuerzo, debe evaluarse lo antes posible. Otro signo de dificultad respiratoria es si nota que las encías de su mascota, que normalmente son de color rosa, están más pálidas. Las encías púrpuras indican una mala oxigenación y eso hace que la mascota respire más rápido para intentar llevar más aire (oxígeno) a los tejidos. Las encías pálidas pueden ser una indicación de anemia. Esto puede deberse a la pérdida de sangre, a la destrucción de la sangre o a la disminución de la producción de sangre. Como resultado, la mascota respirará más rápido para compensar la disminución de la sangre que transporta el oxígeno al resto de los órganos. Como puede imaginar, esto dificulta el funcionamiento del resto de los órganos y pone en riesgo la vida de la mascota.

TOSE

El aumento de la tos, tanto en los gatos como en los perros, puede ser ciertamente un motivo de preocupación. En los gatos, la tos suele estar asociada a enfermedades pulmonares (aunque no exclusivamente). En los gatos vemos tos con afecciones similares al asma, neumonía y en algunas enfermedades parasitarias. En los perros, la tos puede deberse a una serie de afecciones. La tos puede ser causada por el colapso de las tráqueas, la neumonía y las enfermedades del corazón (por la acumulación de líquido en los pulmones). En ambas especies, los procesos cancerosos en los pulmones o las vías respiratorias también pueden causar tos. Todo ello requiere una investigación más profunda.

ESTADO DEL PELAJE Y DE LA PIEL

En una mascota sana y normal, su pelaje debe ser abundante y tener un brillo intenso. No debe haber zonas con pérdida de pelo. La piel debe tener el mismo color uniforme en toda su extensión. No debe haber áreas de ulceración, pérdida de pelo o descamación. Las causas de los males mencionados son diversas. Los parásitos externos, como las pulgas o las garrapatas, las infecciones bacterianas, las infecciones por hongos, las enfermedades alérgicas de la piel y las combinaciones de las anteriores son posibles razones para las anomalías de la piel. Hay enfermedades inmunomediadas que pueden causar problemas en la piel, además de afectar a otros órganos. La calidad de los alimentos que damos a nuestras mascotas también es fundamental para la salud de la piel y el pelaje. Si la piel de su mascota cambia, debe identificarse la causa para poder poner una solución rápida.

CAMBIO DE HÁBITOS SOCIALES

¿Nota que su perro o gato se esconde más y evita pasar tiempo con la familia? Este cambio en la socialización puede ser un indicio de que algo va mal. Lo mismo puede decirse de la situación inversa, cuando nuestros gatos o perros se vuelven "necesitados". Estas condiciones pueden ser de comportamiento o médicas y poder distinguir entre las dos es crítico para corregir la situación.

CAPACIDAD DE DEAMBULAR

Los perros y los gatos, al igual que las personas, al envejecer pueden ser propensos a la artritis. Esto puede hacerse evidente cuando los perros no quieren salir a pasear, tienen dificultades para subir escalones o no pueden subirse a los muebles. En el caso de los gatos, a veces la gente nota que parecen orinar o defecar de forma inapropiada. Esto puede explicarse a veces porque el gato tiene dificultades para llegar a la bandeja higiénica debido a condiciones dolorosas. Es posible que las mascotas de cualquier edad se lesionen de muchas maneras. A menudo, esto puede hacerse evidente si la mascota camina de forma diferente sobre una extremidad en particular. También puede ser evidente si la mascota llora cuando se le coge de una manera determinada o cuando se le toca en un lugar concreto. Cualquier cambio consistente en la deambulación o en la capacidad de moverse debe ser evaluado e investigado para que se pueda instituir una resolución apropiada del malestar.

Aunque nuestros gatos y perros no pueden decirnos verbalmente lo que les pasa, hay una serie de formas en las que nosotros, como personas con mascotas, podemos identificar cuando no se sienten bien. A menudo, estos síntomas indican la necesidad de una evaluación adicional para identificar la causa de su comportamiento anormal. Esto nos permitirá aliviar su malestar y ayudar a identificar correctamente la causa.

Autor: Dr. Marcy Rose