Cría de cabras

Las cabras son un pequeño rumiante (del que hablaremos más adelante) que tiene muchos usos en todo el mundo. Parece que cada vez hay más cabras en manos no sólo de granjeros en entornos rurales, sino también de familias en los suburbios. Las cabras pueden ser excelentes mascotas, ya que son sociables, inteligentes, independientes y, sin duda, divertidas. Es importante saber qué hace que una cabra sea una cabra antes de decidir si es adecuada para su hogar. Viven una media de 8 a 12 años y requieren cuidados diarios como un perro o un gato. Mucha gente adquiere cabras jóvenes que se denominan "cabritos". Los primeros exámenes veterinarios son importantes para hablar de la dieta, el descuerne, la castración, las vacunas y las enfermedades comunes.

Los rumiantes tienen cuatro compartimentos estomacales diferentes que actúan como una gigantesca cuba de fermentación para utilizar la materia vegetal como energía. Después del destete, las cabras necesitan una dieta compuesta por heno de buena calidad. Son animales saltones y pacen y mordisquean cualquier cosa. Se les puede ofrecer algo de grano, aunque hay que tomar precauciones porque las dietas con mucho grano y poco forraje pueden provocar cálculos y obstrucciones urinarias, sobre todo en los machos castrados.

La mayoría de las cabras necesitan exámenes veterinarios anuales que suelen incluir vacunas como las de Clostridium C, D y Tétanos. Los parásitos intestinales también juegan un papel importante en la salud de las cabras y podemos ver que se produce una anemia severa con una fuerte carga de parásitos. Los recuentos regulares de huevos fecales, así como la desparasitación varias veces al año, son cruciales para la salud de las cabras. Por último, las pezuñas de las cabras crecen continuamente y, en función de su dieta y desgaste, es necesario recortarlas de forma rutinaria.

Las cabras son innegablemente adorables y pueden ser maravillosas mascotas siempre que reciban los cuidados veterinarios adecuados y se investigue a fondo para alimentarlas y cuidarlas adecuadamente.

Autor: Dra. Erika Sweigard