¿Cuándo debe mi mascota acudir a un dermatólogo veterinario?

La Dra. Fiona Lee es una dermatóloga veterinaria certificada. Más allá de una licenciatura (3 años en la Universidad de Nueva York, la química) y un título de veterinario (4 años en UPenn), una rotación adicional de 1 año de prácticas y 3 años de residencia en dermatología se requiere, coronado por un examen de la junta agotador de 2 días. La formación, la experiencia y los conocimientos adicionales se unen a la colaboración con su veterinario de cabecera, la revisión exhaustiva de los registros anteriores, el examen físico centrado en la piel y las orejas, los tiempos de cita más largos, las comunicaciones de seguimiento frecuentes y los diagnósticos y tratamientos dermatológicos especializados.

INFECCIONES SECUNDARIAS
Ya sean cutáneas o de oído, las infecciones pueden ser un reto, incluso si sólo son un problema secundario (otra causa primaria acecha en el fondo). Ya sean bacterianas, víricas, fúngicas o parasitarias, los tratamientos para estas infecciones deben adaptarse a la especie y, a su vez, a cada paciente en particular; hay que tener en cuenta las enfermedades concurrentes, las interacciones entre medicamentos, los efectos secundarios, las anomalías en los análisis de sangre y el riesgo frente al beneficio. En una época de creciente preocupación por la resistencia a los antibióticos, tanto en la medicina humana como en la veterinaria, la administración de antibióticos está a la vanguardia de las mejores prácticas médicas. Por ejemplo, si su mascota tiene más de 3 infecciones cutáneas al año, o una infección cutánea/de oído por estafilococos resistentes a la meticilina, o puede requerir un lavado de oído anestesiado, se recomienda encarecidamente el tratamiento por parte de un dermatólogo.

ALERGIAS
Las alergias son una de las razones más comunes para visitar al veterinario, en particular al dermatólogo. Las alergias a las pulgas, a los alimentos y al medio ambiente se diagnostican y tratan de forma diferente. Sólo una prueba alimentaria puede diagnosticar una alergia alimentaria. Y sólo la exclusión de otras enfermedades puede confirmar la alergia ambiental. La gestión ideal a largo plazo de la alergia ambiental implica la realización de pruebas cutáneas para confeccionar vacunas o gotas antialérgicas. Antes de lanzarse a esta inversión económica y de tiempo, reúnase con un dermatólogo veterinario para ver qué pasos son los mejores para su mascota.

OTRAS (por ejemplo, autoinmunes, hormonales, cáncer)
Las lesiones cutáneas debidas a diferentes enfermedades pueden tener un aspecto bastante similar. Con la experiencia, los diagnósticos iniciales no invasivos y, potencialmente, la biopsia de piel, un dermatólogo puede ayudar a diferenciar lo común de lo no común, lo menos preocupante de lo más preocupante. Las enfermedades autoinmunes (por ejemplo, el pénfigo foliáceo) suelen requerir un tratamiento de por vida y un delicado equilibrio entre la inmunosupresión para controlar la enfermedad y los posibles efectos secundarios. Las enfermedades hormonales y los cánceres de piel suelen tratarse conjuntamente con un internista o un oncólogo, respectivamente. Encontrar el diagnóstico de las enfermedades atípicas es sólo el comienzo, por lo que un dermatólogo puede ayudar a guiar el tratamiento y la gestión.